Blogia
dalmandiego

Huérfanos de su propio destino

Marginalidad. La Real Academia la define como "falta de integración de una persona o de una colectividad en las normas sociales comúnmente admitidas". En nuestro país, estadísticas, noticias y realidad nos ahorran la búsqueda de definiciones. La tenemos incorporada, la percibimos día a día, circula en nuestro ser.

Viejos debates abordan este tema. Críticas al sistema, consecuencias inevitables, riqueza de unos pocos. Frases que resuenan en nuestros oídos. Frases que no aportan soluciones ¿Hablamos de un fenómeno meramente argentino? No, se trata de un problema mundial acentuado aquí por las razones de siempre. Políticas impopulares, beneficios para los poderosos, educación deficiente y salud colapsada.

"El que no estudia no trabaja, el que no trabaja no vive y el que no llora no mama". El INDEC indica que una familia tipo necesita $914,30 para comprar lo básico y necesario. Una cifra por lo menos cuestionable. Una cima difícil de alcanzar para el 26,9% de los ciudadanos que viven debajo de la línea de la pobreza.

¿Hay una solución para los “sin techo”? En los tiempos del sálvese quien pueda, el arco iris al final del horizonte se tiñe de blanco y negro. El cuento de hadas llega a su fin al ver a miles de compatriotas durmiendo a la intemperie, pidiendo en las iglesias cual huérfanos de su propio destino. Soñamos con un país mejor. Quizás se trate de ser uno el que lance la primera piedra, el que colabore con los que lo necesitan. Solidaridad es la palabra. Ayudar es el camino.

Diego Dalman

1 comentario

Mariana Sol Bobalini -

La realidad en la que vivimos asusta cada vez más. Creo que la solución que propone el autor de la nota es la más viable. Ya estamos cansados de soñar con las utópicas soluciones que proponen los gobiernos de turno. Por eso, considero también, que la solidaridad es el mejor medio para unir a un país. Un pueblo unido es la mejor forma de continuar.